Hace
tiempo que venimos observando el éxito de un modelo de negocio
auténtico y diferente. Y es que Mistura, la cadena de heladerías-cafeterías está ganando adeptos en Madrid, lugar donde está
implantada. Viendo el éxito de las unidades en funcionamiento ha
apostado decididamente por el crecimiento.
Las
cifras son alentadoras, ya que ha alcanzado un alto índice de
rentabilidad, en torno al 30 por ciento.Una cifra superior a la
media de las enseñas del sector.
Dicha cifra se ha alcanzado tras abrir en un año tres establecimientos y
tras multiplicar el volumen de negocio por cinco en poco más de un
año. Además la enseña ha iniciado en los últimos meses un
proyecto de expansión nacional utilizando el modelo de crecimiento
de la franquicia con el que espera abrir cuatro nuevas tiendas para
finalizar el año 2017 con una red de ocho tiendas.
En un
primer momento la enseña tiene como objetivo prioritario
establecerse en ciudades costeras como Barcelona o Valencia así como
en otras con gran potencial como Bilbao, San Sebastián, Málaga o
Sevilla. Para llevar a cabo este ambicioso plan, la enseña cuenta
con una sólida estructura empresarial que dará soporte a la red de
heladerías-cafeterías a nivel nacional.
El
éxito de Mistura se basa en ofrecer productos artesanales elaborados
con materias primas naturales de alta calidad y con ingredientes
bajos en azúcares y grasas. El producto principal de esta cadena son
los helados y sorbetes artesanales, completamente personalizables y
elaborados con una técnica innovadora; la fusión a mano de los
ingredientes sobre una plancha de cuarzo a baja temperatura.
La
oferta se complementa con cafés de especialidad, tés orgánicos,
repostería artesanal, batidos con base de los propios helados o
zumos y granizados naturales que se pueden disfrutar en cualquier
temporada del año para paliar la estacionalidad de los helados.
Otro
elemento clave es la ambientación de los locales. Son espacios
dinámicos e informales, con una estética cuidada y cálida que hace
de las heladerías-cafeterías Mistura lugares agradables y
acogedores en donde disfrutar de un capricho dulce.