La compañía CHD Expert ha realizado una encuesta entre los consumidores españoles durante el mes de febrero para conocer cuales son las tendencias alimentarias y su influencia en el sector food service
Los regímenes alimentarios son
cada vez más numerosos, variados y originales. Ya
no solo tienen que ver con la pérdida de peso o las intolerancias
sino también con el bienestar y la nutrición, e incluso con la
cultura y la filosofía de vida.
El desarrollo de esas tendencias es diferente en cada país.
Por ejemplo, la sin gluten es muy popular en Estados Unidos,
Inglaterra e Italia, mientras que la bío, lo es en Alemania y
Francia.
¿Y en España? Vegetariana, vegana, sin lactosa,
sin gluten... ¿cuál es la tendencia alimentaria más extendida?
CHD Expert ha realizado una encuesta entre los consumidores
españoles durante el mes de febrero de 2017.
Las tendencias alimentarias de los españoles
El régimen sin lactosa, (lactosa
presente en los productos lácteos y también en ciertos preparados
listos para consumir), es seguido por cerca del 14% de los
consumidores españoles. - La lactosa es un azúcar formado por dos
partes, glucosa y galactosa que constituye el principal carbohidrato
que contiene la leche, siendo un 5% de su composición total.
También
aparece como el régimen más común en España, después del
vegetariano (8%), el sin gluten (4,3%) y el vegano (2,8%).
¡Los españoles
también se apuntan al verde!
En efecto, aunque la mayor parte de los consumidores encuestados
declara seguir el régimen sin lactosa, la tendencia vegetariana es
la más seguida ocasional o regularmente en el restaurante o en casa,
por casi 6 de cada 10 consumidores.
Por tanto, la mayoría de
ellos desearían ver
platos sin gluten en los menús
de los locales de restauración con servicio de mesa y en los de
restauración de comida rápida.
Hay muchos indicios que
demuestran que los consumidores españoles están abiertos a estas
nuevas formas de consumo, ya sea por causa de intolerencias o por
convicción personal.
¿ Cómo influye esto en el Foodservice ?
Hoy en día, la restauración está
obligada a adaptarse a
la demanda de los consumidores y a tener en cuenta las nuevas
tendencias. Esto se
materializa en ajustes en el menú en los puntos de venta, o en la
creación de nuevos conceptos de restauración exclusivamente
dedicados a estos temas.
Esto
a veces implica importantes limitaciones a nivel de organización
(nuevos proveedores, productos, recetas, etc.), o de competencias
(asimilación de nuevas normas, trazabilidad, etc). Por último, hay
que saber diferenciar entre lo que es una moda pasajera y una
tendencia consolidada.